jueves, 12 de marzo de 2015

EL PODER DE LA GENTE. OLIVARES (SEVILLA, 2009 - 2010) Alejandro Balbuena

Dos años estuvimos trabajando en Olivares, os dejo un artículo que escribió un estudiante como trabajo fin de carrera, os dejo también enlace a las historias orales que hicimos: Oportuna memoria...

Unilco, en su forma de hacer, rompe con los programas destinados desde la administración a mejorar el desarrollo de las zonas vulnerables porque, en estos, los técnicos se limitan a cumplir las directrices elaboradas por un estudio previo. Desde este colectivo, se huye de los resultados y todos los esfuerzos se centran en las personas y en las relaciones sociales. Lo que hace distinta esta forma de hacer respecto a las otras es precisamente el proceso. Y se habla de forma de hacer porque se huye de la metodología de las ciencias tradicionales donde es el investigador el que posee todas las variables y aplica una u otra en función de lo que quiera descubrir. En este proceso, Unilco no pretende aplicar ningún método sino hacer lo que la gente quiere hacer.

Por eso, cuando en marzo del pasado año los integrantes del grupo llegaron a Olivares lo primero que realizaron fue lo que denominan un mapeo de relaciones: si se quiere trabajar con y desde la gente, hay que saber dónde está la gente y buscarla. Esta lógica rompe con la tradicional convocatoria formal en la que se espera que la gente acuda a los lugares institucionalizados de participación ciudadana. Y es que cada persona es distinta, cada colectivo tiene sus intereses y no todos confluyen en un mismo sitio al mismo tiempo. “Cuando llegamos al pueblo, empezamos a andar y a conocer el municipio. Así, comenzamos a ver los lugares donde va la gente y las horas a las que van, lo que nos permitió poder ir, hablar y relacionarnos”, afirman. Es en la relación con la gente cuando se empieza a trazar las primeras líneas de qué se va a hacer: “cuando empezamos a hablar con la gente vimos que existe un pasado en el barrio muy rico y creímos que, en función de nuestra experiencia, las historias orales podían contribuir muy bien a la puesta en alza de la zona”, comenta Marta.

Surgió así una experiencia inédita en el municipio: las historias orales. Vecinos de Las Colonias, Casablanca y la avenida Conde Duque se convirtieron en protagonistas de un relato colectivo donde se abrió un abanico de relaciones entre vecinos. En las historias, se echa la vista atrás y se cuentan los orígenes del barrio, sus primeros habitantes, la forma de vida antigua, los problemas con las instituciones, las carencias de servicios, las relaciones vecinales y una amplia gama de historias que descubren la riqueza extraordinaria de una zona. “Antes eran tiempos muy difíciles, pero éramos muy felices”, coinciden algunas de las protagonistas de las historias.Enlace a las historas orales http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=181


A partir de los testimonios, comienza una ardua tarea de recopilación, relación y devolución a los protagonistas. La devolución es un paso fundamental en esta forma de hacer porque supone que los vecinos van a ser de nuevo los protagonistas eligiendo qué se va a publicar y qué no y cómo se va hacer. Se trata de que, durante todo el proceso, sean las propias personas las que decidan el rumbo que van a tomar las acciones. Todo ello se realiza en los mismos lugares donde se han obtenido los testimonios: espacios informales invisibilizados por las administraciones pero con una gran riqueza social. En total, han sido unos seis meses de reuniones, entrevistas, talleres, debates y, en definitiva, de reflexión de los propios vecinos hasta obtener el formato final: un libro y un DVD que se entregará a todos los vecinos y que se está terminando de proyectar en todos esos espacios informales: bares, tiendas, casas particulares, asociaciones de vecinos, centros de día, colegios o institutos. Un trabajo realizado con medios modestos y de forma casi artesanal que ha tenido un resultado satisfactorio para la población. “Cuando lo vi, se me saltaron hasta las lágrimas”, comenta Pachi en una de las mesas del ‘Bar Tres Puertas’, que se convirtió en sala de proyección durante unos días.


Medio pueblo habla de las historias orales de Olivares que incluso ha saltado a los medios  de comunicación como una forma de promoción de “barriadas empobrecidas”, lo que no sentó especialmente bien en la zona. Sin embargo, aunque tanto el equipo de Unilco como los vecinos se encuentran muy contentos del resultado, esto se trata sólo del principio. “Las historias orales sólo son una herramienta pero nunca un fin”, explica Mª Ángeles Ávila, una de las coordinadoras del proyecto. Sus compañeras, Marta Domínguez y Eva Mariño insisten en que “se trata de una puesta en valor del rico pasado de estas zonas con vistas a fortalecer a los propios vecinos; que sientan que pueden hacer cosas y cambiar el presente y el futuro”.



Oportuna memoria from ILUSIONISMO SOCIAL on Vimeo.
“A día de hoy no podemos decir qué vamos a hacer”, dice Miguel Oliva, otro de los voluntarios del proyecto. “Después de las proyecciones, se han realizado lo que denominamos tendederos de los deseos mediante los que recogemos propuestas de los vecinos sobre aspectos que quieren cambiar. Pero ahora hay que debatir de nuevo lo que salga y decidir entre todos lo que se quiere hacer”, explica Miguel.

Por tanto, pese a que, para muchos vecinos se trata de una actividad más, los integrantes del colectivo quieren hacer ver que estas historias que son de los vecinos pueden ser utilizadas por los vecinos en función de lo que deseen hacer. De hecho, uno de los deseos que tienen muchos de los protagonistas de las historias es que los jóvenes las reciban y sean conscientes de las formas de vida y de la capacidad de supervivencia del pasado para que se contagien de los valores y del espíritu de sus mayores en sus relaciones diarias. Con este sentido, se va a proyectar el DVD en el único instituto de la localidad, el IES Heliche, donde se abrirá otro espacio de debate en el que se intentará reflexionar y recoger las propuestas de los sectores más jóvenes del municipio.

Durante los próximos meses, los distintos integrantes del colectivo trabajarán de forma directa con los distintos sectores vecinales con vistas a que, entre todos, salgan las nuevas líneas de actuación. “Pero nosotros no somos un enlace que recoge peticiones y las envía a las administraciones”, aclara Mª Ángeles. “Pretendemos trabajar con y desde la gente, no para la gente, lo que se transformaría en un asistencialismo”. A partir de ahora, se trabaja de nuevo sin objetivos previos y todo va a depender de lo que resulte en los distintos encuentros, aunque sí se intentará remarcar un matiz: todos son capaces de hacer lo que se propongan. “Si pudiéramos hablar de algún objetivo sería el de lograr una participación plural para disminuir la dependencia de las administraciones, es decir, buscar una autogestión de los vecinos”, explica Mª Ángeles.

Detrás de esta filosofía se esconde una nueva ciencia: el ilusionismo social. Y es nueva precisamente porque renueva la concepción de ciencia clásica; deja de lado la metodología, los objetivos previos y el sentido finalista que engloban a las ciencias actuales. En el ilusionismo social, no hay parámetros previos ni fines a alcanzar, sólo existe un proceso que se hace con y desde la gente para que sea la propia gente la que decida sobre lo que quiere hacer y no se limite a participar de manera automática. En el ilusionismo, existe un principio básico que entiende que desde lo cotidiano se pueden transformar las cosas a través de acciones participativas.

El término participación es una de las claves en el proceso de Olivares, al igual que lo ha sido en las experiencias anteriores. “Se pretende alcanzar a la totalidad de la gente y no a la gente, mayoritariamente asociada, que ya está acostumbrada a participar”, comenta Javier Encina. Es decir, la práctica del ilusionismo intenta hacer partícipe a la gente rompiendo con la idea de representatividad.

Para leer completo http://ilusionismosocial.org/mod/resource/view.php?id=180

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